Turismo por Dublin

Esa sensacion de sentirse viva, esa sensacion que te invade cuando algo es relativamente nuevo, cuando te enfrentas a algo que no conoces. Esa mezcla de adrenalina, nervios y ganas de conocer. Ese sentimiento de libertad que se tiene con un mapa en una mano y la camara de fotos en la otra. Ese querer mas aunque duelan los pies, esa inquietud de no saber si la calle que has cogido es la que te lleva al rio o era la anterior. Esa emocion al escuchar a miles de personas hablando otro idioma, apenas sin entender nada, solo trozos de palabras, de frases, quizas entiendas el contexto...o quizas no.

Esa musica que oyes salir de cada tienda desconocida, ese murmuro constante que produce el trafico del centro de una ciudad, esa brisa que viene del mar que falta en Madrid. Esos tranvias que tanto extrañan; al final de la calle, un autobus amarillo de dos pisos, con un gran cartel de publicidad de un producto que nunca habias visto antes. Por las calles esa humedad inquieante, los niños jugando en sus patios, los coches cruzando cada interseccion al contrario de como estoy habituada...

Todo es diferente, estamos en occidente, si señor, estamos en Europa, a tan solo 2 horas y media de vuelo, pero es todo tan diferente. Las personas rubias, altas, pronunciando palabras confusas. Las calles flanqueadas por edificios no muy altos, de ladrillo rojo, con grandes ventanas y puertas estrechas. Todo parece sacado de una pelicula. Todo es distinto, nuevo y excitante. Hay rincones que no te esperas al final de cada esquina, una iglesia por alli, un callejon cortado por alla...incluso si te fijas bien, un antiguo mercado detras de esa torre.

Tambien es digno de mencionar el olor que recorre estos lugares. Es una mezcla curiosa entre birsa del mar, humo del trafico cercano y comidas diferentes a las nuestras. Lo que mas sorprende es esto ultimo, porque es lo que le da el toque extraordinario, esa pizca de lo que sea que no se usa en España, ese olor tan caracteristico de sus guisos de carne, llenos de salsa que baña algunas verduras.

Dan ganas de gritar cuando te das cuenta de lo diferente que es todo...y lo familiar que te resulta.